Contemplad al Hijo de Dios postrado en oración ante su Padre! Aunque es el Hijo de Dios, fortalece su Fe por la oración y por la comunión con el cielo, acumula en sí poder para resistir el mal y para ministrar las necesidades de los hombres. " (HA pp.45-46 Si Jesús el Hijo de Dios oraba, cuanto más nosotros, verdad?